Supresión de incendios

• Agua: rociadores automáticos.
• Espuma: para líquidos inflamables.
• Gases inertes: como FM-200 o CO₂, ideales para equipos electrónicos.
• Polvo químico seco: eficaz en fuegos de clase A, B y C.
• Aerosoles condensados: adecuados para espacios reducidos y sin residuos.

El sistema de detección identifica la presencia de fuego o humo y activa alarmas, mientras que el sistema de supresión actúa directamente para extinguir el incendio.

Los agentes limpios, como FM-200 o los aerosoles de nitrato de estroncio, están diseñados para ser seguros para las personas y no dañan la capa de ozono.

Depende del tipo de edificio, su uso y la normativa local. Por ejemplo, en cocinas industriales con potencia superior a 50 kW, es obligatorio instalar sistemas de extinción automática.